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Mi donante de óvulos

La donación de óvulos es la solución reproductiva para muchas mujeres que no consiguen el embarazo con sus propios óvulos

Parejas de todo el mundo viajan hasta la clínica de fertilidad IVF Spain en busca de una solución de calidad para sus problemas de fertilidad. En el caso de los hombres, la mayoría de las veces la infertilidad se debe a alteraciones de las características del semen, mientras que el mayor problema de infertilidad para las mujeres es la edad.

Una mujer nace con dos millones de ovocitos, una vez llegada la pubertad la cantidad se reduce a 400.000. Al alcanzar los 35 años la calidad de los óvulos desciende de manera considerable, mientras que a los 41 su capacidad reproductiva será realmente baja.

La ovodonación es el tratamiento de fertilidad que obtiene mejores resultados cuando no puede haber embarazo con los óvulos propios y es muy habitual en los centros de Reproducción Asistida españoles. A diferencia de en otros países de Europa, la Ley que regula la Reproducción Asistida en España garantiza el anonimato de los donantes, lo que permite que haya donaciones seguras y de calidad.

La donación de óvulos es un acto solidario, anónimo y voluntario. Las donantes reciben una compensación económica por su aportación, sin olvidar que gracias a estas heroínas es posible que otras mujeres puedan cumplir el sueño de formar una familia.

Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los pacientes es cómo será la selección de la mujer que les ayudará a concebir un bebé sano. El proceso de selección de donante en IVF Spain está regulado por la Ley de Reproducción Asistida. La Ley estipula que la donante y la receptora deben compartir la máxima similitud de fenotipos, es decir, que posean gran parecido físico. Durante la primera visita se solicita una fotografía de calidad de los futuros padres con la que analizar los principales rasgos y poder elegir a la donante perfecta.

El fenotipo final del deseado bebé no es exactamente predecible, pues depende de múltiples genes, de cómo estos interaccionan entre sí y con su ambiente; que es en este caso la madre gestante. De esta forma, se da la circunstancia de que padres con rasgos fenotípicos característicos, como es por ejemplo piel clara, podrían no observar exactamente dicho rasgo en su hijo (por ejemplo, piel más oscura). Este proceso es absolutamente normal  y ampliamente  conocido, ya que se puede observar en cualquier pareja que haya tenido un hijo con o sin la ayuda de la medicina reproductiva.

Otro criterio de selección fenotípica sucede cuando los padres expresan el deseo de querer compartir el grupo sanguíneo del bebé. De este modo, la donante será seleccionada acorde a esta característica especifica.

Por otro lado, la Ley española de Reproducción Asistida marca una serie de requisitos para que la salud del bebé esté garantizada y así, no poner en riesgo a futuras generaciones. Entre los criterios importantes para determinar si una donante es idónea se encuentra la edad, ya que la calidad de los óvulos depende en gran medida de este importante factor.

En España la edad mínima para poder donar óvulos es de 18 años y la máxima 35, sin embargo en IVF Spain optamos por seleccionar donantes menores de 30 años. La edad media de nuestras donantes es de 25 años, ya que esta franja de edad aumenta el éxito del embarazo.

Para garantizar la salubridad de las donantes se realiza un estudio de las principales enfermedades, como son: VIH, clamidia, hepatitis, rubeola, toxoplasmosis, citomegalovirus o sífilis, entre otras. También se realiza un análisis genético y cromosómico con el que se descartan posibles alteraciones.

En IVF Spain hemos dado una paso más allá y aplicamos el test Recombine a todas las donantes. Se trata de una prueba de diagnóstico genético preconcepcional con la que obtenemos información sobre más de 200 enfermedades monogénicas recesivas y así, nos aseguramos descartar enfermedades como Fibrosis quística y X Frágil, entre otras.

Una vez garantizada la salud general de la donante se comprueba en qué estado se encuentra la salud reproductiva. Para ello se realiza el estudio de la fertilidad en el que se analiza la Hormona antimulleriana (AMH).

Por último, se le realiza un test psicológico. Con esta valoración lo que se pretende es velar por la salud de la donante antes, durante y después del tratamiento.

Sin lugar a duda, las donantes son grandes protagonistas durante todo el proceso. Gracias a su aportación muchas parejas consiguen cumplir el deseo de ampliar la familia y si lo sabemos es porque ellos mismo nos trasladan su inmensa gratitud hacia estas anónimas heroínas.