El camino hacia la maternidad no resulta sencillo para muchas mujeres, las esperanzas frustradas, los sueños no cumplidos, la agonía por la espera de un momento que nunca llega. Todas estas dificultades se acaban convirtiendo en una fuente de estrés emocional muy importante para la mujer y su pareja, pero en el caso de parejas de mujeres este estrés se acentúa debido a los clichés y tabúes sociales en torno a la maternidad en parejas homosexuales. Además, las leyes imperantes en la mayoría de países europeos acerca del matrimonio homosexual y todos los derechos que este conlleva, son restrictivas y poco integradoras.
Afortunadamente en España disponemos de un marco jurídico que protege los derechos reproductivos de la mujer independientemente de su condición sexual. La Ley de Reproducción Asistida establece desde 1988 el derecho de la mujer a crear su propia familia de forma libre y responsable. En 2006 este derecho se amplia de manera más concreta especificando la posibilidad de que pueda recurrir a técnicas de reproducción asistida con independencia de su estado civil y su orientación sexual.
Cuando una pareja homosexual formada por mujeres se deciden a tener un hijo mediante el empleo de técnicas de reproducción asistida, son varios los tratamientos a los que pueden acceder:
- Fecundación in Vitro (FIV) con semen de donante
- Inseminación artificial con semen de donante
- Doble donación, tanto de óvulos como de semen
- Adopción de embriones donados por otras parejas
- Tratamiento de recepción de óvulos de la pareja o método “ROPA”
Todos estos tratamientos son válidos para cualquier mujer que desee quedarse embarazada pero es el método ropa el que puede adaptarse mejor a las necesidades de una pareja de mujeres . El método ROPA, también conocido como “maternidad compartida”, es un tratamiento de reproducción asistida que requiere la implicación de ambas mujeres, es decir, una mujer es la donante del óvulo mientras que la otra mujer es la gestante del embrión.
Este tratamiento totalmente enfocado a las parejas de mujeres tiene como objeto conseguir que ambas mujeres se sientan parte importante y necesaria del proceso. Pero ¿en qué consiste exactamente este método? El método ROPA simplemente una fecundación in vitro que se realiza entre dos mujeres. El procedimiento es muy similar al proceso de ovodonación, con la única diferencia de que la “donante” de óvulos en este caso no es anónima, sino una de las futuras madres.
La decisión sobre qué rol tendrá cada una, es decir quién será la mujer gestante y quién la que aporte los óvulos es decisión exclusiva de ellas como pareja.
Lo más adecuado desde el punto de vista médico, es que la aportación de los óvulos sea hecha por la mujer más joven, debido a que el grado de calidad de los óvulos va disminuyendo con la edad pudiendo aparecer alteraciones cromosómicas, sobre todo a partir de los 35 años. Además es muy importante que la mujer que vaya a aportar los óvulos disponga de una buena reserva ovárica porque de esta manera se conseguirán embriones de la mayor calidad posible, aumentando enormemente las probabilidades de embarazo.
Fases del método ROPA
- Estimulación de la ovulación: Cuando la pareja decide quien será la que la que aporta los óvulos, recibe un tratamiento de medicación hormonal para que se produzca una estimulación homogénea, con la maduración de más de un óvulo. La medicación se la suele administrar la propia paciente vía subcutánea a través de una serie de inyecciones en la zona abdominal. Durante el tiempo que dura el tratamiento, entre 7 y 12 días aproximadamente, la mujer debe visitar al médico de manera asidua para realizar controles ecográficos para poder observar el crecimiento del número de folículos y de esta forma programar el momento óptimo y más adecuado para la obtención de los óvulos.
- Extracción de los óvulos: Se extraen del ovario por medio de la aspiración del líquido presente en los folículos, que es el lugar donde maduran los óvulos. Es una intervención muy sencilla conocida como punción ovárica o punción folicular. Su duración es de apenas 30 minutos y se realiza bajo unas condiciones de anestesia suave para la paciente. Por norma general no es necesario el ingreso hospitalario tras la intervención, por lo que la mujer puede regresar a su hogar ese mismo día.
- Fecundación de los óvulos: Una vez que se ha obtenido un número de óvulos adecuado, estos son analizados para comprobar cuál de ellos presenta el mejor estadio de maduración, entonces son fecundados con espermatozoides de un donante anónimo, que ha de ser tanto física como inmunológicamente compatible con la mujer que va a gestar. La legislación española regula el estudio y aceptación de los donantes, estableciendo las pruebas y test necesarios. En IVF Spain vamos más allá ya que realizamos pruebas adicionales con el propósito de utilizar semen de donante con la mayor garantía de seguridad. La fecundación puede realizarse de forma convencional o a través del método de ICSI (inyección intracitoplasmática).
- Cultivo embrionario: Después de producirse la fecundación de los óvulos con los espermatozoides, se procede a la selección de los óvulos fecundados que tengan mayor probabilidad de implantación y se dejan en cultivo por un periodo de entre 3 y 6 días.
- Preparación endometrial de la mujer receptora: Aquí empieza a cobrar protagonismo la otra mujer de la pareja, que será la que finalmente lleve a cabo la gestación. Para empezar, se someterá a un tratamiento hormonal diferente al de su pareja ya que el objetivo es distinto. Se le recetarán estrógenos y progesterona en diferentes vías (oral, vaginal, etc.). En esta fase se busca promover el crecimiento del endometrio, para que adquiera el aspecto y grosor óptimos para la implantación embrionaria, es decir, entre 7 y 10 milímetros aproximadamente.
- Transferencia embrionaria: Cuando el útero de la mujer que va a desarrollar la gestación está receptivo, se selecciona el embrión de mayor calidad y se deposita en el útero. Se trata de un procedimiento indoloro y rápido que no requiere anestesia de ni ningún tipo ni cuidados especiales. La única recomendación es acudir con la vejiga llena para facilitar la visualización del útero. En IVF Spain Alicante encaminamos todos nuestros esfuerzos a la transferencia de un solo embrión de la máxima calidad, de esta manera evitamos la posibilidad de un embarazo múltiple que puede acarrear complicaciones tanto para la madre como para los bebés.
- Vitrificación de los embriones no usados: El marco legal español permite la transferencia de un máximo de 3 embriones. Los embriones viables y de calidad que no se han transferido son criopreservados mediante vitrificación para usarlos en futuros tratamientos, en caso de fracaso del primer intento o de querer tener más descendencia.
- Test de embarazo: Después de la transferencia embrionaria se esperará un periodo aproximado de dos semanas para realizar los análisis pertinentes que confirmarán si el tratamiento ha tenido éxito y se ha conseguido el embarazo.
Como vemos, este procedimiento permite a una mujer aportar la dotación genética y a la otra dar a luz al futuro bebé de ambas.
¿Cómo se produce la variación en los genes del embrión a través de la madre gestante?
Antes de la implantación del embrión en el endometrio de la madre gestante se produce una transmisión de células entre ésta y el embrión. Ocurre de esta forma porque el cuerpo imita el proceso habitual de la fecundación, donde el embrión tarda aproximadamente cinco días en moverse desde las trompas de Falopio hasta el útero. Con la técnica ROPA se trata de emular también el proceso natural de la fecundación, por eso el embrión se desarrolla durante 5 días en una incubadora especial, antes de realizar la transferencia embrionaria. Además se suministra a la mujer que recibirá el embrión, medicación especifica que aumentará su receptividad endometrial y que facilitará la implantación.
Después de llegar al útero, la implantación no se da hasta las siguientes 24 a 36 horas, y es en ese momento cuando el embrión se adhiere finalmente al endometrio. En este periodo de tiempo previo a la implantación, la madre gestante produce un líquido endometrial con información genética que será asimilada por el embrión, modificando así su futuro desarrollo.
Esta información previamente asimilada por el embrión puede provocar que en éste se expresen o no determinadas funciones de los genes.
¿Qué aporta la madre gestante al embrion de su pareja?
Que la madre gestante tiene influencia sobre la genética del embrión que se está desarrollando en su útero, es un hecho reconocido desde hace tiempo. Esta influencia sobre la genética embrionaria se explica mediante la epigenética.
La epigenética es la ciencia que estudia que clase de efectos o cambios pueden producir los factores externos o ambientales en la función genética sin generar alteraciones en la secuencia del ADN.
Estos factores ambientales determinan que ciertos genes se activen o no, y que la información que contiene el ADN celular sea interpretado por las células de una forma o de otra, generando variaciones de tipo fenotípico. Los genes que transporta el embrión no son de la madre gestante, pero sí que podrá modificarlos con su carga genética.
Hay determinados periodos durante el desarrollo del niño en los que la genética de éste es más susceptible a que se produzcan cambios en el ADN, siempre como consecuencia de estos factores ambientales. Estos periodos son: el preimplantacional, el embarazo, la lactancia, la niñez y la pubertad.
Se ha demostrado a través de numerosos estudios científicos, los efectos y consecuencias que tiene el ambiente sobre el desarrollo del niño, como los hábitos alimenticios, la exposición a determinados agentes tóxicos o los hábitos de vida. Por eso cada vez se está dando más importancia a la influencia que tiene la forma de vida y los hábitos de la embarazada sobre su futuro hijo. También se ha demostrado la enorme importancia y los numerosos efectos beneficiosos que tiene la lactancia materna sobre el futuro desarrollo del bebe.
Todo ésto demuestra que las madres gestantes que se someten a un tratamiento de ovodonación o de embrio-donación, desarrollarán lazos biológicos y en cierto grado también genéticos con sus futuros hijos, probando de esta forma que compartirán con ellos mucho más que el vientre en el que crecieron.
Por todas estas razones el método ROPA se ha convertido en una fantástica opción para todas aquellas mujeres que quieren ser madres pero les produce cierto rechazo recurrir a la donación de óvulos para conseguirlo.