La implantación embrionaria representa uno de los pasos más importantes dentro de un tratamiento de reproducción asistida. En muchos casos, cuando se han descartado todos los factores posibles y se ha estudiado el embrión, pero no se logra la implantación, se recomienda realizar la técnica de hatching asistido o eclosión asistida para descartar la presencia de una membrana externa engrosada (llamada zona pelúcida) que dificulta la salida del embrión e impide su adhesión celular al útero.
Empecemos por el inicio: ¿Qué es la zona pelúcida?
La zona pelúcida se llama a la capa externa del embrión, de la que se libera entre el día 5 y 7 de desarrollo para implantarse en el endometrio.
Dentro de sus funciones protectoras lo que hace esta membrana es evitar que entren múltiples espermatozoides al óvulo, controlar las primeras divisiones de las células del embrión, ya que la zona pelúcida cuida de que estas células hasta el día 4 permanezcan juntas y no se disgreguen, y evitar que el embrión se implante prematuramente.
¿A qué llamamos eclosión del embrión?
La eclosión o hatching en inglés, es el proceso natural donde el blastocisto (embrión en 5º o 6º día de desarrollo) consigue liberarse de esa zona pelúcida y así lograr el inicio de la implantación que dará lugar a la futura gestación.
Pero, ¿cómo sale el embrión el quinto día de esta capa protectora? El embrión debe aplicar presión para que se pueda desgarrar la zona pelúcida, y es por eso que forma lo que se llama cavidad blastocéilca que da lugar a su nombre blastocisto. Esta cavidad se llena de líquido, crece, se expande y ejerce presión sobre la zona pelúcida hasta que se rompe, sale de ella y se implanta en el útero.
Sin embargo, para algunas mujeres, especialmente si son mayores de 35 años, esa capa puede ser muy dura, evitando que, una vez fecundado el óvulo, el embrión eclosione por sí solo, y por lo tanto no se logre el embarazo.
Desarrollo del blastocisto y eclosión
En función del día de desarrollo, del estado de la zona pelúcida y de la apariencia del embrión, se pueden diferenciar entre 3 tipos de blastocistos:
- Blastocisto expandido: El embrión presenta un gran tamaño y la zona pelúcida está más fina.
- Blastocisto eclosionando o hatching: La zona pelúcida se ha roto y el embrión está saliendo.
- Blastocisto eclosionado o hatched: El embrión ya se ha desprendido completamente de la zona pelúcida.
¿Para qué sirve el hatching asistido?
El hatching asistido es una técnica de laboratorio que complementa a la fecundación in vitro. Consiste en perforar o realizar un pequeño orificio en la zona pelúcida del embrión, antes de realizar la transferencia de embriones, de manera que facilite la implantación.
También realizamos este procedimiento en la técnica de ICSI para poder inyectar el espermatozoide dentro del ovuló. Así como suele utilizarse para realizar técnicas de diagnóstico genético preimplantacional (DGP), debido a que en el DGP necesitamos hacer un agujero en la zona pelúcida para extraer una célula y analizar su contenido genético.
¿Cuándo y cómo se realiza el hatching asistido?
Por lo general, la eclosión asistida suele realizarse en el día 3 después de la fecundación, cuando el embrión suele tener unas 8 células y su tamaño no ha aumentado.
En cuanto al cómo, existen 3 técnicas posibles:
- Eclosión química: Se realiza con una solución ácida para degradar la zona pelúcida hasta hacer un agujero.
- Eclosión mecánica: La zona pelúcida atraviesa la aguja y se perfora por fricción con la pipeta. Debido al riesgo de dañar el embrión, esta es una técnica poco utilizada
- Eclosión láser: Es el método que utilizamos en todas las clínicas del grupo IVF-Life, pues tiene un mejor control y seguridad al perforar, ya que solo se necesitan unos pocos micropulsos de un láser.
Al ser una técnica compleja, para evitar dañar al embrión en los tres casos se debe disponer de un microscopio invertido que debe estar equipado con un sistema de micromanipulación acoplado para realizar el procedimiento con precisión y seguridad.
¿Para quienes está indicado?
Las situaciones en las que frecuentemente se aplica son:
- Pacientes de más de 37 años.
- Embriones con la zona pelúcida gruesa, oscura o con otras alteraciones.
- Embriones con desarrollo o división lenta y muy fragmentados.
- Fallos de implantación previos.
- En el caso de un embrión transferido crioperservado, debido a que la zona pelúcida tiende a endurecerse en muchos casos.
Sin embargo, el Hatching Asistido no se realiza de forma rutinaria en todas las pacientes, solamente está indicado en casos concretos. De esta manera, en IVF-Life estudiamos todos los factores de cada paciente y realizamos un diagnóstico concreto y preciso, recomendando este procedimiento cuando el embrión necesita ayuda para implantar.
La importancia de esta técnica en tu tratamiento de reproducción asistida
Como expertos en reproducción asistida sabemos que el momento de eclosión embrionaria es la etapa clave y decisiva de la implantación y el futuro embarazo exitoso. Gracias al hatching asistido, en casos de fallos repetidos de implantación o cuando trabajamos con embriones criopreservados, se supera una de las barreras más importantes: que no se produzca la eclosión de forma natural.
En IVF-Life innovamos en tecnología y tratamientos, nos especializamos en casos complejos y realizamos una investigación detallada para entender cómo funciona tu salud reproductiva, que técnica es la más adecuada para ti, y así aumentar las tasas de implantación y embarazo.
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